Comienzo desde la nada
- Skale Saverhagem
- Sep 16, 2016
- 2 min read
Updated: Nov 7, 2024
Este relato se incluyó al inicio de la colección Caminantes de la Oscuridad, de 2017.
Desde aquí a este punto puede verse el universo en toda su esplendorosa gloria. Habían pasado décadas desde el choque de galaxias, pero aún quedaban algunos resquicios por donde se contemplaba el polvo ancestral que quebraba el tiempo y distorsionaba el espacio. Con una sensación de siniestra tranquilidad, allí observaba el espectáculo cósmico desde un rincón de su alcoba, desde aquel balcón al que bien podría denominarse una ventana al infinito y más allá.
Hablar de existencia era sin ninguna duda una pérdida de tiempo. Claro que el tiempo era, al igual que el espacio, conceptos que estaban quedándose obsoletos en una época como aquélla. Ninguno de sus antepasados habría sido capaz de imaginar una situación así, aunque fueran unos antepasados aún más ancestrales quienes en un principio predijeron o incluso idearon este momento. Una antigua civilización sepultada bajo las arenas oscuras del olvido, de una tierra más allá de todo pensamiento actual y una cultura que, salvo por algunas piedras del museo arqueológico, se había perdido para siempre.
¿Sería aquéllo el fin del mundo? Incierta era la respuesta y preguntárselo iba más allá de la suma futilidad. En aquella época fuera de las coordenadas del multiverso el polvo de estrellas cubría el ambiente y una fina capa de neblina nublaba el pensamiento, lo cual daba a su vez una agradable y pacífica sensación. Si ellos eran seres humanos, animales, extraterrestres o cristal de cuarzo era uno más de tantos otros misterios que quedaban por resolver en un mundo en que la realidad no ha superado a la ficción, pero hace mucho ya que aventajó a la razón humana.
Charan-chan, chanchancharanchan, charan-chan, chanchancharanchan, charan-chan, chanchancharanchan, chan-chan, chaaaaran, chaaaaaaaan...
Si no te puedes levantar, es porque algo muy grande hay sobre tus hombros. Y aunque puedo pasar ratos divertidos con cualquiera, es en los momentos de suma fragilidad en que un solo individuo brilla con una única y oscura radiación. Aunque te veas cegada por la debilidad, no existe ninguna otra opción que levantarse y seguir adelante.
Tomando la libertad en la mano derecha y el amor en la izquierda caminemos, aunque algunas veces vayamos a tropezar.
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