
Este relato fue parte de una serie que fueron enviados a diversos concursos literarios (entre 2004 y 2009 aproximadamente), agrupándose después bajo el nombre de Cuentos Oníricos. Algunos de los personajes y entidades que aparecen en él forman parte de la novela en gallego Nummen.
~ El desengaño de Skale ~
- Exponga, pues, el motivo de su comparecencia en Nummen.
Así dijo el zagálico editor, acomodado en su academicismo y seriedad irrisoria, ante nuestro artista, el señor Skale. El anuncio en multitud de revistas, carteles publicitarios y demás propaganda había motivado el interés de este literato de renombre, apasionado por cualquier asunto que llevase implícitos los términos "creación artística". Su motivo había sido claro y así lo mostró ante el jovenzuelo; un cartel que rezaba lo que sigue:
CONCURSO LITERARIO
La prestigiosa Editorial Nummen se enorgullece de anunciar un nuevo concurso de libre temática y participación, en el que publicaremos todo texto, narrativo, poético o teatral, que se nos presente digno de ser publicado. Cada concursante vendrá con su idea y, a partir de ahí, se decidirá cuáles de los nuevos proyectos serán llevados a edición.
Atte. Vice-director de publicidad Mencuzoh Rayspin
Claro y conciso, como debe ser. El editor lo miró con suficiencia y, recostándose más en su asiento de empleado, le dijo:
- Pues, exponga su idea.
Y así la expuso nuestro artista:
- Se trata de la más absurda y revolucionaria visión del mundo universitario, de modo que constituya no sólo una abrumadora crítica social sin menciones concretas, sino una maravillosa y apasionante historia de amor e intriga, comedia y acción, paradojas y oxímoron. De esto es de lo que se trata y no más.
Tomando aire prosiguió su ponencia:
- La historia se desarrolla en la isla de nombre Hispania, totalmente ficticia y sin ningún paralelismo con la realidad, mucho menos con la nipona. Jin Takeda, un alumno recién matriculado en la más devastadora carrera de la universidad de esta isla, es quien protagoniza, por así decirlo, la historia que nos ocupa. Fundamentalmente está matriculado porque sus padres lo metieron ahí, porque él, desde luego, muchas ganas no tiene. El hombre es un vago redomado, por no decir otras cosas. Sin embargo, Jin se encuentra casualmente - lo de "casualmente" no se lo creerá nadie, y mucho menos yo - con la visión de la señorita Midori... ¿Midori qué más? No me acuerdo muy bien. El caso es que tamaña belleza marcada de inocencia no ha visto él en su vida y es tamaño el deseo que siente ante "ese oscuro objeto de deseo" - que de oscuro tiene más bien poco, por cierto - que eso le da fuerzas para echar adelante la carrera universitaria, por muy obscenamente inútil y complicada que se le presente. Olvidé decir que la tal Midori está matriculada en la misma carrera, motivo por el cual Jin decide afrontarla. Por ahí también anda un amigo de Jin de tiempos pretéritos, un gran aficionado - "aficionado" se queda corto, posiblemente - a todo lo que tenga que ver con las máquinas y la informática - ah, y bastante canijo, de hecho - llamado Gorou Shimotakatani - el apellido está puesto a propósito para que sea impronunciable.
Y siguió adelante:
- Evidentemente la cosa no se queda aquí. Hay multitud de personajes de vital interés que no sólo son imprescindibles para el correcto desarrollo de la narración, sino que además son lo mejor que hay. Para empezar, tenemos a un tipo enigmático: Shin'ichi Yamada, quien parece que no hay cosa que escape a su inmenso conocimiento - por no mencionar las pintas de cura que lleva y su mirada espeluznante como la de un asesino perturbado. No vamos a acaparar ahora toda la atención en este sujeto, con que sigamos con el resto del reparto.
> Midori Tachibana - ahora recordé el apellido de esta pájara - , la susodicha. Inocente como ella sola y única causando malos entendimientos a causa de su modo de hablar, tan, digamos, "sexual". No se entera de una, eso sí.
> Para continuar está Takeo Saitou, alias "el hombre de las kouhai", quien llega a ser más estrafalario y quizá muriese en el intento. Es algo así como el contrapunto del protagonista, un individuo absolutamente pirado cuya meta en la vida ha de ser poseer el mayor harén que jamás haya podido existir. Lo mejor que hay, este personaje. Una comedia ambulante, podría decirse. Luego está su "equipo de kouhai", sobre las que no es necesario incidir mucho más.
> Alguien, sin embargo, importante es otra alumna de curso avanzado - Saitou es de curso avanzado, por si no lo he dicho - , la llamada Mari... algo - estoy hoy bueno para los apellidos, agh... - . El caso es que esta chica es un ingenio viviente, perversa y maquinadora como no hay dos. Tamaña inteligencia la suya hace pensar en por qué diablos suspende varias materias cada año, con lo fácil que le resulta todo lo que hace. Cruel destino, que dirían algunos.
> Posteriormente están los profesores de la facultad, a cada cual más terrible. Uno que viste una bata de científico - la facultad es de letras, por cierto - que se dedica a ver hentai y ligar con las alumnas al más puro estilo viejo-verde. Otro que es la inocencia personificada, al que le saltan los colores la mayor parte de las veces con las "ambigüedades" de Midori, por poner un ejemplo. También tienes uno, más experimentado, que adora humillar a sus alumnos - lo cual suele resultarle difícil con semejante personal, pero siempre hay algún secundario idiota que pica. Ah, y, cómo no, uno de los jefazos, quien es el paradigma absoluto de viejo verde pervertido violavírgenes por excelencia; un viejo que viste medio gay de nombre Tenchi Saotome. Posteriormente habrá más profesores - de hecho, tengo pendiente el meter alguna profesora, que si no no tiene gracia, con todo profes hombres.
> Esto es lo que hay. ¿Qué tal ha sido?
Y el editorzuelo, en su suficiencia de pseudo-erudito, lo miró absorto, maravillado con semejante cúmulo de potencia artística y sin ser capaz de contener su interés desde el preciso instante en que Skale comenzó a exponer su historia. Y esto fue lo que le dijo:
- Lo siento, en realidad lo que buscamos es una historia de magos y caballeros.
FIN
